La abstención récord supera el 52%. Ensemble, la coalición de Macron, y la de izquierdas de Mélenchon, quedarían casi empatadas, según los primeros escrutinios.
Ciudadanos depositan su voto este domingo en París, durante la primera vuelta de las legislativasCHRISTOPHE PETIT TESSONEFE
La política francesa se rige por unas normas y una lógica que se cumplen en un 99% de los casos, pero a veces sorprende con una vuelta de tuerca inesperada que trastoca todo el tablero político. Ocurrió en el año 2017, cuando un novato Emmanuel Macron arrasó en las presidenciales, y este domingo también, en la primera vuelta de las elecciones legislativas en las que la coalición del líder de extrema izquierda, Jean Luc Mélenchon, ha logrado empatar con la de la mayoría presidencial, la de Macron. Según los últimos datos escrutados, Ensemble, la alianza macronista, y Nupes, la coalición de izquierdas, obtienen un 25,2% de apoyos cada una.
Las fuerzas de Marine Le Pen, que se disputó la final de las presidenciales con Macron, quedan en tercer lugar, con un 18,9%, por encima de Los Republicanos (13,7%). Según estas primeras estimaciones, la coalición de Macron parte con ventaja y obtendría más escaños en la Asamblea en la segunda vuelta del próximo domingo, con entre 275 y 310 diputados, y la de Mélenchon, entre 180 y 210, según una proyección de Ifop. Aunque la izquierda no tendría suficientes escaños como para poder designar en sus filas a un primer ministro, como quería Mélenchon, sí se convertiría en la primera fuerza de la oposición.
Estos resultados tienen mensajes de calado. Por un lado, Emmanuel Macron tiene peor resultado que hace cinco años. sale debilitado y no tiene garantizada aún la mayoría en la Asamblea, lo que complicaría la gobernabilidad de su segundo mandato, sobre todo en un contexto en el que la sociedad francesa, que ha encadenado varias crisis (chalecos amarillos, pandemia, guerra…) está muy polarizada y con los extremos ganando cada vez más peso.